Maite Muns es una
autora muy inquieta, amante de la transformación y de la mudanza. Lo demuestra
con el cambio constante de actividades, pero en medio de este tránsito, su
actitud poética permanece como una constante que va escudriñando el meollo de
la emoción estética.
Es bióloga que ha
transitado por las escuelas de negocios, ha vivido una reconversión que la ha
llevado a los libros: poeta y editora.
Es escritora y fundadora y directora
de la editorial L'Art de la Memòria
Edicions.
Nació en Barcelona y
vive en el Empordà mirando el mar antiguo, mientras dirige su mirada interior
al Oriente. Asegura Maite Muns que desde las tierras de las acequias mira lo que ve y lo que no ve, pero escribe
lo que puede.
Ha publicado
Mnemòsine
Matèria congènita - Tot lament és fang
De besos trencats
De besos trencats
Imago
La mort humil
Haiku des de
l'eixida.
Pues bienvenida al club.
ResponderEliminarUn abrazo.
Blogger Conchi dijo...
ResponderEliminarHe pasado al blog para conocer quien es Maite Muns Cabot y me ha gustado lo que escribe.
Un beso de Espíritu sin Nombre.
25 de junio de 2018, 18:37
Blogger Tot Barcelona dijo...
Gracias CONCHI.
En EERR intentamos hacer lo que nos comenta aquella frase de Rilke: "...somos las abejas de lo invisible. Juntamos locamente la miel de lo visible para acumularla en la gran colmena de oro..."
Gracias otra vez por libar con nos
Matèria congènita i Tot lament és fang son dos libros que se presentan juntos en un estuche. Al ver este estuche pienso enseguida en un mundo de dualidades, en las realidades que se presentan de dos en dos: el pan y la sal, el bien y el mal, la uña y la carne, la sed y el hambre, los pobres y los ricos, los amigos y los enemigos; pero también la razón y la emoción.
ResponderEliminarAl leer los dos títulos,
Matèria congènita i Tot lament és fang
Todo parece confirmarse. Matèria congènita me reporta a conceptos mesurables, tangibles, biológicos: coses concretes. En cambio, Tot lament és fang, arranca de entrada, en algo intangible: el lamento. Algo que nace en el espíritu, que no podemos medir y que puede ser tan grande como la maldad de una Erina o tan contenido como el amor carnal de un anacoreta.
Aunque el lamento se torne barro (fang), no no deja de ser una realidad extra-física, que la poeta transmuta en materia térrea, una materia que no es congénita, sino mineral y geológica.
Por un momento, viendo el título de los dos libros pensé que me iba a encontrar con una visión clásica y en el otro libro una introspección romántica. Otra dualidad poesía clásica-poesía romántica. Pero no, no, la cosa es mucho más rica y compleja. Nos encontramos con unos poemas que transitan constantemente de una mirada sobre la realidad hasta la emoción palpable. Esta alternancia la encontramos en uno y en otro libro, siempre combinado, enriqueciendo las visiones de la realidad con la fuerza de la metáfora y las emociones planteadas como una sustancia del tiempo y del espacio.
Recuerdo las palabras de Safo:
“Apenas te veo así un instante, me quedo sin voz. Se me traba la lengua. Un fuego penetrante fluye por debajo de mi piel. No ven nada mis ojos y empiezan a zumbarme los oídos. Me cae a raudales el sudor. Tiembla mi cuerpo entero. Me vuelvo más verde que la hierba. Quedo desfallecida y es todo mi aspecto el de una muerta...”
La poeta griega se expresa directamente sin intermediación: la piel que quema, el sudor que cae… Todo es palpable.
En los poemas de Maite Muns encontramos también el pálpito de la realidad y de este pálpito nace el verso.
La poeta navega rumbo a un romanticismo tangible que me recuerda algunos versos de Alfonsina Storni o de Catalina Coronado o incluso de una Elizabeth Barret enamorada. Pero por el rio donde navega se refleja una constante psicológica, quizás nocturna, pero no con la nocturnidad de los Himnos de la Noche de Novalis sino más bien una reflexión callada a la manera de Silvia Plath.
En este tránsito que va desde la constatación de la realidad más o menos mesurable hasta la intimidad, Maite Muns demuestra una magnífica valentía. Esta cualidad es la que más aprecio de su poesía.
No en balde, siempre exigimos que el mundo que nos rodea y nuestras relaciones sociales sea presididas por la razón y pedimos a los poderes públicos que sean racionales, pero nosotros, en “lo más profundo de la misericordia de nuestro corazón”, queremos la emoción y nos comportamos emocionalmente delante del amor y la belleza.
Francesc Cornadó
Estupenda reseña.
EliminarEstupenda reseña.
EliminarGemma dijo...
ResponderEliminarMira que m,allargo, que em descuidava de dir-te que he trobat a faltar algún fragment dels poemes de la recòndita d,ahir. Una mostra per petita que sigui es d,agraïr sempre.
27 de junio de 2018, 18:39
De l'anar i venir, la paraula concisa i sàvia. Un goig poder-hi conversar entre mapes antics i llibres coent-se.
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