José Vicente Pascual es de
Madrid. Actualmente vive en Tenerife y dice que esto no ha de servir de
precedente, lo cual apunta a un porvenir con otros destinos. Ha vivido en muchas ciudades y esta circunstancia
y sus múltiples vivencias han sido, sin duda, una de las razones que explica la
gran capacidad de creación de José Vicente Pascual.
Así pues, juzgar por la
cantidad de libros publicados, diríamos que es un escritor prolífico más que un
escritor recóndito.
Su obra
Mi corazón africano - Ficciones, Granada, 1994 y El defensor de Granada, 2007.
Perpetua costumbre. Ed. Osuna, Granada, 1996.
El vuelo aleve del leve tiempo. Ed. Alhulia, Granada, 2007.
Mi corazón africano - Ficciones, Granada, 1994 y El defensor de Granada, 2007.
Perpetua costumbre. Ed. Osuna, Granada, 1996.
El vuelo aleve del leve tiempo. Ed. Alhulia, Granada, 2007.
La montaña de Taishán -
Premio Azorín de la Dip. Provincial de Alicante 1989 - Aguaclara, Alicante,
1990.
El capitán de plomo - Premio Café Gijón 1993 - Aguaclara, Alicante, 1994
El cuarto oscuro - Ed. B, Barcelona, 1995
Palermo del cuchillo - Premio Alfonso XIII 1995 - Ed. B, Barcelona, 1996
Juan Latino - Ed. Comares, Granada, 1998 - Ed. Atrio, Granada, 2003 - Ed. La Vela, Granada 2007
El pescador de pájaros - Ed. Comares, Granada, 2000
El país de Abel - Colección Narrativa de IDEAL, Ed. Dauro, Granada, 2002
El arpa de oriente - Ed. Atrio, Granada, 2003
El ingeniero y el rey - Finalista del Premio Alfonso X el Sabio 2003- Ed. Arial, Granada, 2003.
Aníbal y la caverna - Ed. Atrio, Granada, 2006
La diosa de barro - Roca Editorial, Barcelona, 2006
Juan de Flores, la verdad de la impostura - El Defensor de Granada, 2007
Homero y los reinos del mar - Finalista del Premio Caja Granada de Novela Histórica, 2009 - Vía Magna Ediciones - Barcelona, 2009
Las vírgenes del desierto - Ed. Traspiés - Granada, 2009
Los fantasmas del Retiro - Ed, Paréntesis - Sevilla, 2011
La hermandad de la nieve- Ed. Evohé - Madrid, 2012. Premios Hislibris 2012 a la mejor novela histórica y al mejor autor.
Almirante en Tierra Firme.- Ed. Áltera - Madrid, 2013. Premio Hispania de Novela Histórica, 201.
Interregno.- Ediciones B, Barcelona, 2015.
Isla de Lobos.- Premio Valencia Alfons el Magnánim de novela, 2016. Versátil (Barcelona), 2016.
Adaptaciones
Teatro - Juan Latino. Compañía de Tito Junco Martínez, Cuba-Argentina (2000/2004)
Narrativa - El segundo hijo del mercader de sedas para jóvenes lectores - Ed. Comares, Granada, 2000
El capitán de plomo - Premio Café Gijón 1993 - Aguaclara, Alicante, 1994
El cuarto oscuro - Ed. B, Barcelona, 1995
Palermo del cuchillo - Premio Alfonso XIII 1995 - Ed. B, Barcelona, 1996
Juan Latino - Ed. Comares, Granada, 1998 - Ed. Atrio, Granada, 2003 - Ed. La Vela, Granada 2007
El pescador de pájaros - Ed. Comares, Granada, 2000
El país de Abel - Colección Narrativa de IDEAL, Ed. Dauro, Granada, 2002
El arpa de oriente - Ed. Atrio, Granada, 2003
El ingeniero y el rey - Finalista del Premio Alfonso X el Sabio 2003- Ed. Arial, Granada, 2003.
Aníbal y la caverna - Ed. Atrio, Granada, 2006
La diosa de barro - Roca Editorial, Barcelona, 2006
Juan de Flores, la verdad de la impostura - El Defensor de Granada, 2007
Homero y los reinos del mar - Finalista del Premio Caja Granada de Novela Histórica, 2009 - Vía Magna Ediciones - Barcelona, 2009
Las vírgenes del desierto - Ed. Traspiés - Granada, 2009
Los fantasmas del Retiro - Ed, Paréntesis - Sevilla, 2011
La hermandad de la nieve- Ed. Evohé - Madrid, 2012. Premios Hislibris 2012 a la mejor novela histórica y al mejor autor.
Almirante en Tierra Firme.- Ed. Áltera - Madrid, 2013. Premio Hispania de Novela Histórica, 201.
Interregno.- Ediciones B, Barcelona, 2015.
Isla de Lobos.- Premio Valencia Alfons el Magnánim de novela, 2016. Versátil (Barcelona), 2016.
Adaptaciones
Teatro - Juan Latino. Compañía de Tito Junco Martínez, Cuba-Argentina (2000/2004)
Narrativa - El segundo hijo del mercader de sedas para jóvenes lectores - Ed. Comares, Granada, 2000
Como periodista literario, ha colaborado en diversas publicaciones periódicas y generalistas:
En
Diario IDEAL de Granada, con secciones semanal y quincenal.
En
La Opinión de Granada, con las
secciones Del caño al coro y El reinado de Witiza.
-Fue director de la
colección de narrativa y poesía Granada Literaria.
-Ha impartido Talleres de Creación Literaria organizados por la Asociación de la Prensa de Granada, la Unidad de Bibliotecas del Ayuntamiento de Granada y el Centro Andaluz de las Letras de la Junta de Andalucía
-Ha impartido Talleres de Creación Literaria organizados por la Asociación de la Prensa de Granada, la Unidad de Bibliotecas del Ayuntamiento de Granada y el Centro Andaluz de las Letras de la Junta de Andalucía
-Pertenece al Institutum
Pataphysicum Granatensis, con el rango de Sátrapa Transcendente e
Inquisidor Epifánico entre otras dignidades.
Asimismo ejerce desde el
Atlántico Sur la alta responsabilidad aparejada a su cargo de Comendador
Magnífico del Novísimo Instituto Patafísco de León.
-Es miembro de la Academia
de Buenas Letras de Granada- Discurso de entrada, 7/5/2007, El realismo de lo singular. Individuo versus ideología en la
narrativa de occidente.
-Es socio de honor de la Asociación Cultural Blas de Lezo.
-En abril de 2018 recibió la Medalla de Oro de la Institución Isidoriana-Colegio San Isidoro de Granada.
-Es socio de honor de la Asociación Cultural Blas de Lezo.
-En abril de 2018 recibió la Medalla de Oro de la Institución Isidoriana-Colegio San Isidoro de Granada.
José
Vicente Pascual dice que un novelista debe formarse y
ejercitarse sin descanso en la versatilidad. Y cuando explica cómo entiende él
la dedicación literaria expone:
Es muy sencillo. Cuando
empecé a escribir, o mejor dicho, cuando conseguí publicar mi primer relato, a
los dieciséis años (allá por 1972, ya ha pasado agua por la noria de
Alcantarilla), las editoriales dedicadas a la literatura solamente contaban con
los grandes éxitos internacionales y con los novelistas en lengua española más
destacados. No era humana ni juiciosamente concebible que un autor de esa edad
soñase con publicar cualquiera de sus obras si antes no había aprendido de los
maestros. Y los maestros, en aquel tiempo, eran García Márquez, Vargas Llosa,
Cortázar, Cunqueiro, Perucho, Martín Santos, Carpentier, Marsé, Alfonso Grosso,
Ana María Matute, Pla, Carmen Laforet, Mercedes Rodoreda, Vázquez Montalbán,
Umbral... gente de aquella raza. No quiero molestar a nadie ni ser irrespetuoso
con el trabajo de ningún colega del gremio, simplemente hago un intento de honestidad
y de veracidad. Aquellos eran los maestros en los que mirarse, de los que
debíamos aprender diligentemente si aspirábamos a ver algún día publicada una
novela con nuestra firma.
Con el paso de los años
han aparecido otros autores que, con un nivel de autoexigencia mucho menor, han
conseguido vender muchísimo más. El best-seller español es Pérez Reverte,
Asensi, Zafón, Cercas, Dueñas, Falcones... Pero esos no fueron mis maestros ni
los maestros de los novelistas de mi generación. Cuando Antonio Muñoz Molina
obtuvo el premio nacional de literatura con su El invierno en Lisboa, todos sentimos que se había premiado
a uno de los nuestros. Se
empezaba a abrir aquel mundo editorial anhelado y hasta entonces habitado por
nombres, sencillamente, inalcanzables. Cuando Gregorio Morales publicó en
Grijalbo La cuarta locura, celebramos
el fenómeno como un día de fiesta y esperanza; e igual sucedió con La lluvia amarilla, de Julio
Llamazares, con La armónica
montaña, de Antonio Enrique, con La dama del viento sur, de Javier García Sánchez. Empezamos a
creer con ilusión que, quizás, habíamos salido buenos aprendices de nuestros
severos maestros, y suspirábamos con cierta ansiedad: las editoriales, tarde o
temprano, con más fortuna para unos que para otros, acabarían por abrir sus
catálogos a los discípulos aplicados.
Y esa fue mi forja como
autor y así intenté aprender, y ninguna otra ambición he tenido, pues ya era
suficiente tener a Borges y Onetti mirando por encima del hombro lo que
escribíamos, dispuestos a darnos el cogotazo por torpes, apresurados o poco
respetuosos con la literatura, como para encima preocuparnos por nada más.
Y (acabo), por esa misma
razón me desasosiego un poco cuando leo en cualquier sitio o escucho a alguien
decir que "escribo bien". Válganme los infiernos, ¿cómo queréis que
escriba? ¿Mal, con muchos gerundios y ceños fruncidos cada tres páginas? Hagan
ustedes el favor... Decirle a un novelista que escribe bien es como ir a un
desfile de soldaditos, señalar a uno de ellos y elogiarlo hasta lo absoluto:
"Mira, sabe marcar el paso".
Encontraremos más información en:
No suelo, porque no es el objetivo de EERR opinar, ni valorizar, ni calificar la obra de ninguno de nuestros (porque son nuestros), escritores recónditos.
ResponderEliminarPero hete aquí que he de poner una opinión sobre la opinión que vierte en una frase que creo magnífica : " ...Con el paso de los años han aparecido otros autores que, con un nivel de autoexigencia mucho menor, han conseguido vender muchísimo más..."; no se trata de que comulgue o no con los autores citados, pero he de estar de acuerdo en que las campañas mediáticas, las artimañas publicitarias, los acompañamientos ideológicos afines a quien manda, y el saber acompañarse de la persona justa en el momento necesario, hacen, sin duda, que la frase que emplea nuestro recóndito tenga validez de última hora y no haya perdido vigencia en absoluto.
Efectivamente de recóndito tiene poco. Enhorabuena a este nuevo miembro del blog .
ResponderEliminarMadre mía, si con ese bagaje publicado este autor es recóndito... En fin, un placer compartir este espacio común. Bienvenido .
ResponderEliminarLo interesante del asunto, Cayetano Gea, es que podamos ver que, con el bagaje tiene es recóndito, o sea, que hay escritores, buenos escritores y además prolificos, que continúan siendo rincón de librería.
ResponderEliminarEs un recondito, también, y a mi entender, Francisco García Hortelano, con "El día del Watusi" que tendría que tener el Nóbel de les lletres de Escritors Catalans. No le darán jamás un premio. I són esgotats.
En fin, te recomiendo el libro por si puedes encontrarlo.
Un abrazo
Enhorabuena a los artífices de "Escritores recónditos". De tanto en tanto no está mal poner a un escritor como José Vicente, ¿recóndito? Por supuesto que no, pero está "la cosa mu mala" para autores de calidad en una sociedad donde prima la inmediatez y el ser mediático. El darle voz a estos escritores nunca está de más. Lo agradecemos algunos.
ResponderEliminar