Santiago Tena es licenciado en
Derecho por la Universidad Complutense de Madrid (1988).
Formó parte del equipo de edición de
la colección “El libro de bolsillo”, de Alianza Editorial. Preparó originales,
revisó de pruebas supervisó el trabajo de los correctores, coordinó autores y
traductores, etc. Trabajó como corrector de pruebas (tipográfico y de estilo)
autónomo para Alianza Editorial, Ediciones Cátedra y otras editoriales de
Madrid.
Ha publicado los libros de poesía:
Última
voz (1995) Editora Regional de
Murcia. IX Premio de Poesía Antonio Oliver Belmás, de Cartagena (ex aequo), 1994
La
mansedumbre calculada (Madrid 1998). Ed. SIAL
Aunque
Dios tenga sed (Madrid 2004). Ed. SIAL
En prosa:
Cien
palabras de amor y libertad (Madrid 2009). Ed. SIAL (selección de textos
propios en prosa publicados desde 1997 en el ABC de Madrid y en distintas
páginas de Internet).
Ha colaborado en el diario ABC de
Madrid, publicando en las secciones "Tribuna" y "Firmas en
ABC", con mayor o menor frecuencia, como autor, artículos poéticos y de
reflexión, casi siempre ajenos a la actualidad política.
Ha sido profesor de poesía en los
Talleres de escritura creativa Fuentetaja, de Madrid.
Ahí va una muestra de su poesía
Dos poemas
1)
Por si fuera verdad, por si las dudas, si vivir era esto, esto tan mío y tuyo y tan poco común, esto de la importancia de estar vivo, de ser, no de tener, que hayamos extremado la suerte inmaterial, el voto de pobreza al que tú y yo nos damos, de pobreza visible pero ambición total: ambición de estar vivo, de sentir, de querer, de querer ser creando, ambición de lo alto, la que has logrado tú.
Las cuitas de ser libre, aunque al precio más alto, mayor la libertad y más alto el camino, las cuitas de estar vivo y peregrino en un mundo no hecho ni a ti ni a mi medida: el abandono, el cierre, la incomprensión a ratos, no saber haber visto gloria ni libertad con la más clara luz, no saber desde nunca que de tal libertad se forjan altos faros, tan altos como tú y para mí aún lejanos: yo que no he sido nadie sé ahora que te has ido que hay un alguien más fuerte en este nadie, que he de aprender de ti, que no me importa seguir la misma cuita y alcanzar el camino, que para mí es bastante con parecerme más y más y más y más a lo mejor de ti.
2)
Acostarme contigo: el aire, la batalla, la dosis, el peligro. Acostarte y sufrir del pan el vino: de la dosis de paz y de ternura sacar fuego y entraña y corazón y hacerlos míos: y que el mundo se acabe: tú en mi cama, en mi casa, conmigo, y que el mundo se acabe: yo en tu piel y en tu boca agotado y dormido: que nada se nos niegue, que se cierna imbatible tal destino: yo ya en toda tu piel, yo por ti tu animal, tu varón y tu niño, pero todo es perfecto si te acuestas conmigo.
1)
Por si fuera verdad, por si las dudas, si vivir era esto, esto tan mío y tuyo y tan poco común, esto de la importancia de estar vivo, de ser, no de tener, que hayamos extremado la suerte inmaterial, el voto de pobreza al que tú y yo nos damos, de pobreza visible pero ambición total: ambición de estar vivo, de sentir, de querer, de querer ser creando, ambición de lo alto, la que has logrado tú.
Las cuitas de ser libre, aunque al precio más alto, mayor la libertad y más alto el camino, las cuitas de estar vivo y peregrino en un mundo no hecho ni a ti ni a mi medida: el abandono, el cierre, la incomprensión a ratos, no saber haber visto gloria ni libertad con la más clara luz, no saber desde nunca que de tal libertad se forjan altos faros, tan altos como tú y para mí aún lejanos: yo que no he sido nadie sé ahora que te has ido que hay un alguien más fuerte en este nadie, que he de aprender de ti, que no me importa seguir la misma cuita y alcanzar el camino, que para mí es bastante con parecerme más y más y más y más a lo mejor de ti.
2)
Acostarme contigo: el aire, la batalla, la dosis, el peligro. Acostarte y sufrir del pan el vino: de la dosis de paz y de ternura sacar fuego y entraña y corazón y hacerlos míos: y que el mundo se acabe: tú en mi cama, en mi casa, conmigo, y que el mundo se acabe: yo en tu piel y en tu boca agotado y dormido: que nada se nos niegue, que se cierna imbatible tal destino: yo ya en toda tu piel, yo por ti tu animal, tu varón y tu niño, pero todo es perfecto si te acuestas conmigo.
Una buena labor la que estais haciendo.
ResponderEliminarMuchas gracias y abrazos.
Muchas gracias Mª Trinidad, lo hacemos con mucha ilusión, con la gran generosidad de los autores y con vuestros comentarios.
EliminarSería bueno que instalaras una muestra de su poesía.
ResponderEliminarQuerida Blanca, ahora mismo hemos corregido, gracias por tu comentario.
Eliminar¡Gracias!
ResponderEliminarDe nuevo me sorprendo gratamente con este trabajo vuestro tan generoso, que permite difundir talento por medios diferentes a los habituales.
ResponderEliminarExcelente poeta, soy su seguidora desde hace muchísimo tiempo, y su forma de escribir siempre me deja un buen sabor de boca. Un saludo Santi ;)
ResponderEliminarUn poeta genial! Sabe "remover" y llegar al alma con sus palabras. Mi admiración por sus escritos no tiene límite. Un abrazo, Santiago.
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